- ¿Se está usted metiendo en las patas de los caballos de Morena, por agradecimiento a Marybel? preguntó Julián Ricalde a Avilés Demeneghi.
- El tema de Gamero y el nombramiento de la magistrada en funciones, sin consultar a la magistrada Claudia Carrillo, dominaron la comparecencia.
Más que debate parlamentario, lo que vimos en la comparecencia ante el Congreso del titular del Tribunal Electoral de Quintana Roo, Sergio Avilés Demeneghi, pareció una acción concertada, como una línea aldanesca de pegarle con todo, porque representa una piedra en el zapato para el morenísimo, por su identificación con la senadora Marybel Villegas Canché, cuando la arrogancia morenista tiene adicción a las unanimidades, al blindaje, no le gustan las mayorías, sólo los acuerdos absolutos.
Fue una sesión “diferente” a las otras comparecencias y un buen intento de salir de las rutinarias sesiones en donde todo se aprueba por unanimidad y sin mayor uso de la tribuna. Pero en esta sesión, fuego amigo al interior de Morena. Con las tribus, Morena se PRDiza cada vez más, rumbo al 2 de junio de 2024.
Las acusaciones dominantes de la bancada de Morena, Verde y PT fueron el tema de Gamero y el nombramiento de la magistrada en funciones, Maogani Acopa Contreras, sin consultar a la Magistrada Claudia Carrillo Gasca.
Nombrar a magistrada sin consultar, es violencia de género: Mildred Ávila
Tan evidente parecía la línea discursiva “tírale con todo” que hasta la diputada Mildred Ávila Vera, siempre madura y mesurada hasta ahora, se vio muy dura y emocionada contra la piñata Avilés Demeneghi, al preguntarle porqué defendió a un violador de los derechos políticos de las mujeres, pero sin mencionar a Luis Gamero Barranco, quien fue denunciado por Yensunni Martínez y declarado culpable de violencia política de género en un proceso amañado, en medio de la lucha interna morenista por la candidatura a la presidencia municipal capitalina. Un pleito dentro del gran condominio 4T, que trae cola. ¿Qué pasará con Morena después de López Obrador?
Llegó a decir Mildred Ávila que la designación unipersonal de Avilés Demeneghi al designar a la magistrada en funciones sin consultar a la otra magistrada “también se constituye en violencia política de género”, mientras que la diputada Elda Xix Euán le soltó: “que no se vuelva a repetir que el Teqroo se convierta en defensor de violentadores contra las mujeres”.
Fue una metralla de una tribu de Morena a otra; cada vez se parecen más al PRD; intervención/es cargadas de contenido político electoral, pero sin decir nombres.
Tanto, que el diputado Julián Ricalde le puso el cascabel al gato y preguntó de manera directa: “¿Estás, por agradecimiento al cabildeo de la senadora Marybel Villegas Canché para que seas magistrado? y entre afirmación y pregunta le soltó: “se está usted metiendo entre las patas de los caballos de Morena, al actuar como juez y parte en el caso Gamero?
La respuesta de Demeneghi también fue directa: No le debo nada a ninguna persona; se lo debo al Senado; yo mismo hice el cabildeo con los tres senadores por Quintana Roo y soy de la primera generación de consejeros electorales elegidos por el Senado”, así que conozco el caminito, además que fui el segundo candidato
No demos problemas a la gobernadora
En eso la diputada Luz María Beristáin toma la palabra para proponerse ella misma, como mediadora del conflicto: “yo quisiera ser un puente de paz y amor, cualquier persona que se sienta agraviada, con quien haya habido un problema ¡resolvámoslo!” expresó y convocó a reunión.
“Todos somos un equipo por Quintana Roo, Mara Lezama y López Obrador no se merecen esto; no le demos problemas a la gobernadora” expresó.
Por su parte, Avilés Demeneghi resistía el bombardeo de la tribu, aferrándose a que el caso Gamero sólo fue de “forma” jurídica, no de “fondo”, explicó: “fue sólo para defender la autonomía y la independencia del Teqroo” y de ahí no se movió; se nota que llegó preparado para el vendaval.
Por: Jorge A. Martínez Lugo