El juez civil y familiar oral adscrito al Juzgado Civil y Familiar Oral de Primera Instancia en Chetumal, Joshua Francisco Vázquez Babb, es el responsable, denunció la representante de la Red de Víctimas Quintanarroense, Ariadne Song Anguas.
Deysi Yurlani Salazar Dzib fue víctima de violencia familiar de parte de su expareja sentimental. Desde hace varios años
Recurrió ante la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Mujer y por Razones de Género y la querella quedó asentada como FGE / QROO/ OPB/ 08/ 4177/2021, pero hasta ahora no ha procedido.
Aun así, el 25 de enero del 2023 volvió a ser víctima de agresión de tal persona, afuera de su centro laboral.
Desde entonces mantiene distancia y la hija es visitada por su padre en el Centro de Convivencia Familiar (Cecofam) de Chetumal, donde ahora este último utiliza a la menor para continuar con violencia hacia su exesposa.
Para evitar que la violencia afecte a su hija, Salazar Dzib recurrió al juez civil y familiar, pero este se ha desentendido e inclusive la ha violentado, hasta con amenazas, para que la víctima desista.
“Solicité atienda el caso de violencia familiar pero el juez se negó… Me dijo solo resolvería lo referente al caso de la niña… Como esta se enfermó, pues se le diagnosticó asma y justifique, me amenazó que por varias justificaciones iba a ser multada… ¿Dónde está la justicia? Mis daños no son tomados en cuenta”, recriminó.
Al haber denuncia por violencia, el magistrado del Poder Judicial del Estado, Luis Gabino Medina Burgos, suspendió las visitas del padre ante el Cecofam,
En consecuencia, por los hechos antes descritos su estado de salud se ha deteriorado.
La denunciante dijo que aun cuando ya no sostiene relación con su agresor, la violencia continúa por otros medios.
Inclusive, teme ser agredida de nuevo, por las amenazas recibidas. Suplica justicia para el bien de su hija.
La representante de la Red de Víctimas Quintanarroense Ariadne Song, exigió se proceda, o habrá que tomar medidas extremas ya que al permitir que el agresor vuelva a tener convivencia con su hija, generará afectación para ella y su madre, por lo que catalogó el desempeño del juzgador como violencia procesal e institucional.
Por Mayra sierra / iQ inteligencia colectiva
