Chetumal, Quintana Roo.- La Dirección General del Colegio de Bachilleres pretende imponer a cada estudiante la compra de paquetes de libros con valor mínimo de mil 250 pesos, para el próximo ciclo escolar.
El personal docente inició manifestación pacífica y colocaron mantas en el exterior de los planteles.
El 27 de junio pasado, mediante el oficio COBAQROO/ DG/ CZS/ 281/ VI/ 2024, el personal docente fue notificado respecto a la bibliografía a utilizar para el Ciclo Escolar 2024-2025.
A través del documento, la coordinadora en la Zona Sur, Yolanda del Rosario Loría Marín, informa que el Cobaqroo será la única instancia facultada para determinar la bibliografía básica y establecer las condiciones en los planteles, respecto al material bibliográfico básico para el desarrollo de los contenidos curriculares de las Unidades de Aprendizaje Curricular (UAC).
Por tanto, los libros a utilizar serán adquiridos en los planteles, mediante el pago de los cinco libros, que si son adquiridos en paquete costarán mil 250 pesos. De ser por unidad elevará al menos 300 pesos.
El libro de Inglés, que es adicional, cuesta 350 pesos.
En Quintana Roo hay 23 planteles, 21 módulos de Educación Media Superior a Distancia (EMSAD), seis de sistema modular y tres en educación abierta, en los cuales se brinda atención a aproximadamente 16 mil estudiantes.
De venderse en tal cantidad se recaudarían 20 millones de pesos, cuyo destino es desconocido.
El secretario general del Sindicato de Trabajadores del Colegio de Bachilleres de Quintana Roo (Sitacobaqroo). Jorge Antonio Ballote Ek, señaló tal determinación lacera la economía de las familias.
Porque no todas están en condiciones de solventar el pago de los libros, sobre todo cuando existen otros compromisos como inscripción, colegiaturas, uniformes y más.
Y es que hay condicionamiento de la educación porque la ficha de compra de libros será obligatoria para la inscripción del estudiante.
Además, atenta contra la libertad de cátedra, pues no todos los maestros recurren a la bibliografía en el proceso de enseñanza-aprendizaje, la cual no es obligatoria, sino complementaria y opcional, tanto para estudiantes como profesores.
“Es una carga económica para los padres de familia, porque se les obliga a adquirir esos libros… A los maestros se nos violenta la libertad de cátedra, pues no todos le utilizan, muchos recurren a otros elementos como antologías, internet y técnicas pedagógicas”, expuso.
Ballotte Ek denunció que la directora general, Samantha Hernández Cardeña, impuso bibliografía de una editorial desconocida sin considerar la opinión y sugerencias de los maestros, quienes habían realizado un trabajo para definir libros complementario.
Porque el estudiante enfrenta diversas problemáticas: económicas, físicas y emocionales, entre otras; y se pretende evitarles mayores.
El secretario general del Sitacobaqroo anticipó que en José María Morelos y Felipe Carrillo Puerto, los estudiantes han informado no podrán adquirir los libros.
En todos los planteles se colocaron mantas de protesta en las cuales se exigen anular tal imposición y condicionamiento.
De mantenerse esta postura, los padres de familias y estudiantes se sumarían a las manifestaciones.
Por Hérlindo Vazquez