Chetumal, Quintana Roo. – En un paso trascendental para la protección de la soberanía alimentaria y la identidad cultural de México, el Congreso de Quintana Roo aprobó una reforma constitucional que prohíbe el cultivo de maíz transgénico en el estado.
La decisión responde a la necesidad de preservar las variedades nativas de maíz, un alimento fundamental en la historia y la gastronomía mexicana.
Desde tiempos prehispánicos, el maíz ha sido la base de la alimentación en el país y un símbolo de la identidad nacional.
Sin embargo, el uso de semillas genéticamente modificadas ha generado preocupación por sus efectos en la biodiversidad, la salud y la economía de los productores locales.
Con esta reforma, Quintana Roo se suma a los esfuerzos nacionales e internacionales por frenar la expansión de los cultivos transgénicos, los cuales han sido señalados por su posible impacto negativo en el medio ambiente y la producción agrícola tradicional.
Especialistas advierten que el maíz transgénico puede contaminar a las especies nativas mediante la polinización cruzada, poniendo en riesgo la diversidad genética que distingue al maíz mexicano.
Además, la dependencia de semillas patentadas por grandes corporaciones representa una amenaza para los pequeños productores, quienes podrían perder el control sobre sus cultivos y enfrentar costos más elevados.
La aprobación de esta reforma refuerza la lucha por la soberanía alimentaria de México, garantizando que las futuras generaciones puedan seguir disfrutando del maíz en su estado natural.
Esta medida coloca a Quintana Roo como un referente en la defensa de los derechos de los agricultores y en la protección del patrimonio biocultural del país.
Con esta decisión, el estado da un paso adelante en la conservación de una de las semillas más valiosas para México y el mundo, reafirmando su compromiso con la tierra, la tradición y la alimentación sustentable.
