Ichkabal, un legado milenario de la cultura maya, estará abierto al público tras un histórico convenio entre el INAH y el Ejido Bacalar. Este acuerdo marca un hito en la historia de la entidad y refuerza su potencial turístico.
Después de 25 años de gestiones y restauración, Ichkabal, una de las zonas arqueológicas más imponentes del sur de Quintana Roo, abre sus puertas al mundo.
La gobernadora Mara Lezama Espinosa celebró la firma del convenio de ocupación sobre 113 hectáreas entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Ejido Bacalar, destacando la importancia de preservar y difundir el patrimonio cultural.
La zona arqueológica de Ichkabal, que se suma a las 11 ya abiertas en el estado, promete ser un imán de visitantes nacionales e internacionales.
Este logro posiciona a Quintana Roo como un destino cultural único, e impulsa la prosperidad beneficiando directamente a los 165 integrantes del Ejido Bacalar y fortaleciendo el desarrollo económico del municipio y del estado.
- Acceso gratuito y enfoque en la comunidad
El director general del INAH, Diego Prieto Hernández, anunció que los bacalarenses podrán ingresar gratuitamente todos los días, mientras que los domingos el acceso será gratuito para todas y todos los mexicanos.
Este esfuerzo refuerza el compromiso con la comunidad local y fomenta la participación ciudadana en la conservación del patrimonio cultural.
- Un proyecto vinculado al Tren Maya
El desarrollo de Ichkabal está estrechamente relacionado con el Tren Maya, que facilitará el acceso a esta joya arqueológica, consolidando a Quintana Roo como un epicentro cultural y turístico.
Además, el Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (PROMEZA) ha sido clave para la restauración y apertura de este sitio.
- Un equipo de expertos en acción
Con más de 70 especialistas trabajando en siete frentes de investigación, Ichkabal continúa siendo objeto de estudios arqueológicos que permitirán revelar más secretos de la civilización maya.
La apertura de Ichkabal no solo es un logro para Quintana Roo, sino para todo México, que ve en este sitio un símbolo de su riqueza cultural.
Este evento marca el inicio de una nueva etapa donde la historia, el turismo y el desarrollo económico convergen en beneficio de todos.