Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto de Investigaciones Económicas presentaron los hallazgos de su estudio sobre el Tren Maya, un proyecto clave de infraestructura en el sureste del país.
Los resultados, compilados en el libro «Tren Maya: impactos territoriales y escenarios de cambio en la Península de Yucatán», fueron dados a conocer por José Gasca Zamora y Crucita Aurora Ken, presidenta de la Asociación Mexicana de Ciencias para el Desarrollo Regional (AMECIDER).
La investigación, que involucró a 13 grupos de expertos de la Ciudad de México y la Península de Yucatán, analiza los efectos económicos, sociales y ambientales del megaproyecto.
El Tren Maya, con 1,500 km de recorrido, es la obra con mayor inversión en el sureste mexicano y forma parte de los proyectos estratégicos de la Cuarta Transformación, junto con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y la Refinería Dos Bocas.
Su impacto va más allá de la infraestructura, ya que representa una nueva etapa en la transformación territorial de la región, similar a lo que ocurrió con el desarrollo turístico de Cancún y la Riviera Maya hace décadas.
La investigación destaca que los primeros resultados del desarrollo e integración regional impulsados por el Tren Maya podrían verse en los próximos cinco ó seis años, aunque también señala los retos que enfrenta, como la construcción en zonas de alta vulnerabilidad.
La integración de servicios por parte de los emprendedores de las localidades donde existen estaciones del tren, También la redistribución de los beneficios del turismo ampliando la oferta turística con características sustentables y de bajo impacto.
Este análisis histórico sugiere que el Tren Maya no es solo un proyecto sexenal, sino una pieza clave en la evolución económica y social del sureste mexicano.
Por Héctor Tenorio / iQ Noticias