La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha dado un paso decisivo en la lucha por la democracia y la transparencia en el país al anunciar el envío de dos iniciativas de reformas constitucionales al Congreso de la Unión.

Estas iniciativas buscan garantizar el principio de no reelección y establecer una prohibición expresa contra el nepotismo en cargos de elección popular.

La primera reforma reafirma el espíritu de la Constitución de 1917, que estableció la no reelección como un pilar de la vida democrática mexicana.

Con esta iniciativa, se garantizará que ningún funcionario de elección popular pueda reelegirse en el mismo cargo, consolidando el principio de «Sufragio efectivo, no reelección».

Este cambio refuerza la democracia al evitar la acumulación prolongada de poder en una misma persona, promoviendo la alternancia política y la renovación constante de liderazgos.

La segunda reforma busca eliminar la posibilidad de que familiares inmediatos sucedan en el cargo a un funcionario de elección popular.

Es decir, si un gobernante termina su periodo, ningún pariente cercano podrá heredar su puesto.

Esta medida busca frenar las dinastías políticas y fortalecer la equidad en los procesos electorales, evitando que el acceso al poder dependa de lazos familiares en lugar de la voluntad popular.

Sheinbaum ha dejado claro que estas reformas son un asunto de principios y forman parte de su compromiso con la democracia y la lucha contra la corrupción.

“Nuestra lucha por la democracia y contra cualquier forma de corrupción son un asunto de principios”, enfatizó la mandataria.

Con estas iniciativas, el gobierno de Sheinbaum busca consolidar un país más justo, donde el poder no sea un privilegio heredado, sino un mandato otorgado por el pueblo a través del voto.

Por Héctor Tenorio / Info: Presidencia de la República

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