Cuenta la leyenda que un 14 de septiembre de 1565 arribó en aguas campechanas un barco procedente de Alvarado, Veracruz, que cruzó un mar de tempestades, trayendo consigo la imagen del Cristo Negro, tallada en Italia de un fino ébano.
Entonces una tormenta casi hace naufragar a la embarcación,
se relata que un hombre de tez morena fue quien tomó el mando del timón y llevó a salvo la embarcación con el preciado tesoro Divino, el Cristo cobró vida y fue quien guió el barco hasta puerto seguro.
A él se le atribuyen importantes milagros a la ciudad y a los feligreses.
El 8 de septiembre es el día en que se recrea la travesía de la imagen del Cristo Negro por la bahía.