Ichkabal, antigua ciudad Maya con pirámides que superan los 40 metros de altura, y esto la convierte en una de las zonas arqueológicas más grande y extensa de la península de Yucatán, a unos kilómetros del municipio de Baclar, Quintana Roo, aún más grande y monumental que las otras zonas arqueológicas en el país.
Aquí se mantuvo durante mucho tiempo el centro político del poderío Maya en la región, junto con Kohunlich, Dzibanché, Kinichná, Chacchoben y Oxtankah, se conforma ahora uno de los más importantes circuitos de turismo arqueológico de Quintana Roo.
Las características hacen de este sitio algo destacable son su tamaño, la complejidad de sus edificios y la antigüedad, ya que comenzó a poblarse alrededor del año 300 d. C. precediendo a Chichén Itzá y Uxmal.
En la actualidad, se le equipara a la magnificencia de Chichén Itzá y Uxmal, dos de las ciudades-estado más influyentes de la civiliziación maya. Hoy ya restaurados, después de años de esfuerzos arqueológicos, parece que la ciudad se construyó hacia el Preclásico tardío (400 a.C. a 200 d.C.), y se abandonó hacia la llegada de los invasores europeos.