Chetumal, 23 de enero. – Quintana Roo está experimentando un incremento notable en su población flotante, ascendiendo a 90 mil personas, debido a la llegada de trabajadores a las obras estratégicas federales como el Tren Maya. Este fenómeno se refleja en un aumento en la solicitud de credenciales electorales, lo que a su vez plantea el desafío de detectar e impedir el turismo electoral.

Ana Aceves Osnaya, vocal del registro federal de electores de la 02 junta distrital ejecutiva del INE en el estado, comparte que el proceso de registro ha observado movimientos poblacionales asociados al proyecto del Tren Maya. Los recién llegados, provenientes de estados como México, Tabasco y Veracruz, solicitan cambios de domicilio en localidades como Tulum y Felipe Carrillo Puerto, influenciados por la progresión de la obra ferroviaria. El cambio se ha dado primero en Chetumal y luego se ha ido trasladando a lo largo del trayecto del tren, debido a que los trabajadores buscan estar cerca de su lugar de empleo para evitar retrasos o inasistencias.

Además, se nota que los trabajadores optan por registrarse como residentes locales, siguiendo uno de los requisitos del proyecto que promueve la contratación de la mano de obra local. Este dinamismo poblacional, sin embargo, abre la puerta al turismo electoral, una práctica que consiste en modificar el domicilio legal para influir en los resultados electorales de algún distrito electoral en específico.

El INE ha establecido protocolos para identificar estos casos, donde generalmente los individuos se presentan en grupos con un líder y comparten un mismo comprobante de domicilio. Al detectar irregularidades, se procede a una verificación domiciliaria y de no confirmarse la residencia, se cancela el trámite. También, los interesados presentan muchas dudas al dar su información personal, por lo que se le hace la advertencia de las consecuencias por falsear información.

“La advertencia que sirve como un inhibidor para estas situaciones, hay gente que ha salido corriendo en cuanto les decimos que es motivo de cárcel, nos pasó en La Unión y salió corriendo la persona”, menciona Aceves Osnaya.

Explica que el objetivo del turismo electoral es a menudo apoyar a un candidato específico que no pertenece a la comunidad del votante, por lo que hacer el cambio de domicilio de un grupo de personas hacia la demarcación del candidato en cuestión para incrementar la votación. Para combatir esta práctica, se informa a los implicados sobre las consecuencias legales, que pueden incluir cárcel o multas, lo cual ha servido como disuasivo eficaz.

Curiosamente, durante el periodo de credencialización se observó un fenómeno donde muchas citas programadas por internet no se concretaban. Al investigar, se descubrió que las citas habían sido apartadas por números de Baja California, lo que generó sospechas de posible comercialización indebida de estos espacios. Como medida preventiva, dichas citas fueron canceladas.

Por Efraín Castro

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