Un grupo de arqueólogos japoneses y peruanos descubrió la tumba de un sacerdote de tres mil años de antigüedad junto a ofrendas de cerámica en un sitio ceremonial del norte de Perú.

El cuerpo, colocado en posición extendida con las extremidades inferiores semi-flexionadas, está orientado de sur a norte.

Hacia el lado oeste de la tumba se han depositado pequeños cuencos esféricos de cerámica, una espátula de hueso tallado y otras ofrendas.

También se hallaron dos sellos, uno con diseños de una cara antropomorfa y otro con la cara de un jaguar.

El cuerpo y las ofrendas estaban recubiertas por al menos seis capas de ceniza y tierra, a manera de relleno de la tumba, un hoyo circular de tres metros de diámetro y un metro de profundidad.

El hallazgo es súper importante porque es uno de los primeros sacerdotes que empieza a controlar los templos en los Andes del norte del país“, declaró a la AFP el arqueólogo japonés Yuji Seki, quien trabaja desde hace 18 años en ese sitio.

“Tenemos que corregir nuestra idea” porque ya entonces “aparecieron líderes poderosos en los Andes”, aseguró Seki.

Agencias

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